miércoles, 25 de enero de 2012

Con valores firmes

Su madre le enseño a ser honrado, su padre a ser obediente y la sociedad a que no espere recibir nada de nadie. Tanto es así que aceptaba un descuento de $100 para un fondo común en donde le ofrecía hospedaje, médicos, ambulancia y un sin fin de servicios, que, obviamente olvidaron decirle que todos estos solo se ofrecía a los policías recidentes en la capital de la provincia (Para Náa), lamentablemente Rodolfo vivía a 350 kilometro y no le alcanzaban ninguno de estos servicios. Al menos vivía sabiendo que contribuía a una noble causa.
La mañana del Jueves, debía estar de franco. Como los policías no deberían tener vida había sido recargado para ser apostado en una calle céntrica de la ciudad, como era su día libre solo debria quedarse paradito sin hacer nada por solo ocho horas. No eran todos malas, el día anterior había estado lloviendo y en ese sector donde lo dejaron no había nada para protejerce del agua, para su fortuna ese mismo día hacía 37º... ah eso si. Las ocho hora no incluían ir al baño, aceptar agua o algún elemento de extrema necesidad. Como ya dije, los policía no tienen derecho a tener vida, ni aspirar a ella.
Pasaron las horas y el sudor que le recorría la frente en ocasiones le entraba en los ojos y esto le producía una picazón soez que prácticamente quedaba con la vista nula por al menos 30 minutos. Recuperándose de este hecho observó que una señora a media cuadra donde estaba se le acercaba por detrás un hombre de aspecto sospechoso. Este individuo con astucia logró arrebatarle la cartera, que según supo después, en pasillos de tribunales, que en su interior poseía una módica suma de $12.000. 
¡Pero el delincuente no contaba con la astucia de nuestro heroe Rody, que, sin mediar mucho esfuerzo alcanzó en tan solo dos salto al punguista, con su gran impulso promovido por su valor y su deseo de servir a la sociedad, empujó con fuerza al ladrón. Este cayó al suelo y afortunadamente redujo al malviviente. 
Todo es risa, hasta que tribunales decide llevarlo a su estrado a Rodolfo A.T.I. por agresión, abuso de autoridad y por cuenta de jefatura se llevo el plus de desobediencia jerárquica. 
No solo eso, la gentil señora denunció también que el accionar del policía la perjudicó, porque poseía un seguro que en caso de robo, no solo le devolvería los doce mil palos, sino que también lo recompensaría monetariamente por los daños psicológico. Pero logró que esto lo pagara Rody, con un descuento mensual de $720 en sus haberes.
Ahora Rodolfo vive casi mejor que un indigente, al menos estos son contemplado por el estado.  Pero la alegría y orgullo de haber hecho lo que correspondía NO SE LA SACA NADIE.-

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